jueves, 27 de diciembre de 2018

Sitio. Verdun

                      Verdun. La tranchée des baïonnettes
Es de la misma naturaleza física que el reptil. Una dama de ojos exorbitados solía poner sus gritos en esas piedras; mientras era enlazada, sus manos encrespadas marcaban la materia inerte dándole vida.
La angustia se apoderó de esos rincones, sosteniendo la imagen de una garganta hinchada y estrangulada por la fiereza.
Hoy, pocos recuerdan sus aullidos, aunque es posible verlos en los agujeros profundos de las ventanas, o en las cornisas perfectas.
JNB

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