Tabernáculo del retablo
Mayor de la Iglesia. Convento de San Esteban. Salamanca
El
tabernáculo, expositor
de la Sagrada Eucaristía,
se expresa como un
templete, un pequeño edificio dentro del retablo.
Presenta
un sotabanco alto y liso, en cuyos extremos descansan sentados dos
ángeles con las alas abiertas hacia los costados. Esta parte
concluye en una predela con casas extremas imitando a las del retablo
mayor; la casa central es extensa con caja bien ornamentada.
Sigue
el cuerpo constituido por un grupo de pequeñas columnas salomónicas,
cuyo entablamento se detiene dejar emerger un arco de medio punto,
acompañado externamente por niños, guirnaldas y volutas, que llegan
a superar la cornisa de cierre. Hasta allí llegan unos estípites
externos, simples en la parte baja y bulbosos y decorados en lo
alto. Un balaustre de planta cuadrada y esquinas mochas cierra el
nacimiento del remate compuesto por un alto tambor de base octogonal,
que se completa con roleos y guirnaldas; termina con cornisa y
balaustrada.
A
partir de allí se levanta la cúpula de expresivos nervios y
plementos ornamentados; finaliza con cupulino que sostiene una
esbelta imagen.
Mas
arriba y casi flotando, un baldaquino de tela se abre a manera de
telón sostenido por niños y querubines; guirnaldas de flores
colaboran a la escena teatral. Escapando mas allá de la cornisa de
cierre del cuerpo una venera recortada y llena de movimiento parece
escapar para unirse al cuadro superior de Claudio Coello.
Originalmente
el expositor se podía cubrir gracias a una maquinaria escenográfica
compuesta de poleas, cuerdas y manivelas. En efecto, un lienzo de la
Asunción de la Virgen, podía hacerse subir y bajar según
conviniera a la liturgia.