Puerto.
Mar del Plata, Argentina
Quedamos
anclados
en
el espeso tumulto de la duda
La
espera se prendió tan profundamente
en
nuestras carnes,
que
a la hora de la partida
ya
carecíamos de esperanzas.
El
rescate fue posible tan solo
cuando la certeza anidó en el cielo.
JNB