Manzana de las luces, Buenos Aires
Del
cuartel salieron los Patricios y dirigiéndose a La Ranchería;
llegaron
a escuchar los pasajes de “Roma salvada”:
Entre
regir al mundo o ser esclavos
Elegid,
¡vencedores de la tierra!
Glorias
de Roma, ¡majestad herida!
De
tu sepulcro al pie, patria, ¡despierta!
Que
mejores palabras para incendiar el nervioso pecho
que
poco tiempo después escucharía