Retablo
Mayor. Convento de San Esteban. Salamanca
Las
seis grandes columnas salomónicas constituyen el tema arquitectónico
principal del cuerpo.
Sobre
un plinto apoya la basa, y de ella emerge el fuste retorcido de cinco
giros, lo que las hace poco esbeltas. Los giros son opuestos según
se ubiquen a izquierda o derecha de la calle central. Por él trepa
la vid, símbolo eucarístico, representando el vino y por ende, la
sangre de Cristo. En los senos se destacan las hojas de parra mas
grandes y los racimos de uvas, mientras que por las gargantas se
enroscan preferentemente los tallos. El capitel es compuesto,
presentando las dos típicas hileras de acantos; las volutas muy
cercanas, confieren cierta verticalidad, que ayudan a compensar la
cantidad de giros.
La
forma helicoidal imprime movimiento y dinamismo; su cercanía y
situación de adelanto y retroceso, colaboran a la profundidad y
espacialidad del conjunto.
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