jueves, 15 de marzo de 2018

Un tesoro escondido. Helsinki


Casa-estudio, Helsinki, Finlandia 
Alvar Aalto y Aino Mario. 1934 – 1936

La habitación, sus paredes, la ventana, los muebles, no son nada sin la luz. Son las sombras, la penumbra o la fuerte iluminación las que a través del día y de las estaciones van haciendo que esos mismos componentes vayan adquiriendo formas distintas y hablen diferentes idiomas.
La fuerte luminosidad endurece las aristas y las esquinas; los brillos se hacen potentes, deslumbrantes y a veces enceguesedores. La dureza acaricia las cosas haciéndolas reales y persistentes.
Con la penumbra los cuerpos diluyen sus formas. La memoria de lo inmaterial cobra vida. Las certezas se vuelven posibilidades, el mundo comienza a ser desconocido, la magia envuelve los objetos; la dimensión de la intimidad se abre como un capullo ante nuestros ojos.

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