Sacristia. Convento de San Esteban.
Salamanca
Fue mecenas de esta obra Fray Pedro de
Herrera Suárez, prior del convento, obispo de Canarias, Tuy y
Tarazona, llamado el “príncipe de los eruditos de su siglo”. Sus
arquitectos fueron Alonso Sardiña y Juan Moreno, comenzando los
trabajos en 1627.
La sencilla portada de la sacristía
emplazada en la caja de la escalera de Soto, apenas habla del espacio
que se halla al trasponerla.
La planta rectangular que cierra con
bóveda de cañón con lunetos se separan por importantes arcos
fajones. La bóveda lleva una decoración geométrica en donde se
destacan una serie de estrellas de ocho puntas y en el centro
medallones policromados. En los lunetos, que siguen la impronta
geométrica, se sitúan círculos que guardan el escudo de la orden
dominica.
Los
muros laterales se organizan a partir de un orden de pilastras
gigantes de estilo corintio, con fuste estriado y poco saliente. Las
une un entablamento continuo cuyo arquitrabe, relativamente pequeño,
presenta platabandas. Se destaca el friso decorado con triglifos,
mientras en las metopas alternan tarjetas ovales y figuras en
altorrelieve. De la cornisa y en coincidencia con los triglifos bajan salientes destacando la moldura de dentículos. Es
llamativo el potente corte geométrico que presentan estos
componentes.
Entre las pilastras de los dos
primeros tramos se abren arcos embebidos que guardan en la parte
inferior las cajoneras de madera. Los arcos van encuadrados por un
orden menor, también de estilo corintio, pero aquí, las pilastras
llevan un fuste liso en la parte baja y estriado en la alta. Sobre
ellas descansa el entablamento con un friso sencillo, al igual que
su cornisa. Cierra un frontis recto y quebrado en cuyos extremos se
alzan obeliscos y en el centro un escudo policromado.
JNB
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